Corcovado Cristo Redentor

Con 30 metros de altura y con un pedestal de 8 metros, esta emblemática estatua del Cristo Redentor, diseñada por el brasileño Heitor da Silva Costa, vigila Río de Janeiro desde lo alto del Corcovado a unos 710 metros de altura, una montaña que deriva su nombre de la palabra portuguesa corcova (joroba), cosa que refleja su forma. Es el diseño ganador en un concurso, para un monumento grandioso, que representa el espíritu de Río de Janeiro. Fue inaugurado en 1931 y ha sido, en su corta vida, el simbolo de Brazil. El viaje a los pies del Cristo pasando entre las calles del barrio de Cosme Velho y el hermoso Parque Nacional da Tijuca es tan gratificante como el paisaje desde la cumbre.

El trayecto en coche esta bien indicado aunque los niños que uno se encuentra en el trayecto digan lo contrario y ofrezcan servicios de orientación. Tienes que aparcar en el aparcamiento del antiguo Hotel las Paneiras, de donde parten las caravanas que van a la cumbre.
El viaje en tren de cremallera (3824m, duración 20 min) a través del espeso bosque de Tijuaca es un maravilloso comienzo de nuestra visita al Corcovado. Inagurado el 9 de octubre de 1884 por el emperador Pedro II, el trayecto era recorrido originalmente por trenes de vapor. Los trenes eléctricos fueron puestos en servicio en 1910.
El Cristo Redentor en lo alto del Corcovado a 710 m sobre el nivel del mar, es un lugar clave. Frente a la bahía de Guanabara, esta estatua tiene apenas 30m de alto y 1145 toneladas. La Iglesia Católica hizo un concurso para erigir un monumento que conmemorase el centenario de la Independencia de Brasil (1922). La estatua es obra del ingeniero brasileño Heitor da Silva Costa. Se necessitaron cinco años de trabajo y fue inaugurado el 12 de octubre de 1931 por el Presidente Vargas. Desde Plataforma cuando el tiempo es claro la vista abarca toda la ciudad y la Bahía de Guanabara.
Si va en coche, parase en el Mirante Dona Marta para una vista de la ciudad más detallada.